Ya me he leído el libro de Rafa #manuscritoabuelo

rafa

No os preocupéis, no es que me meta a crítico literario a estas alturas, dios me libre, sencillamente es que hace un tiempo avisé en este blog que el amigo Rafa Pardo había escrito un libro: El manuscrito de mi abuelo

Como ocurre en estas ocasiones te compras el libro el día que sale a la venta y lo pones en lista de espera hasta que puedes dedicarle el rato que merece, teniendo en cuenta el poco tiempo de que disponemos iba a ser largo y tendido. Y como amigo que es, me niego a ser objetivo, por lo que la lectura debía ser especial.

Hace tres noches le tocó el turno a la novela de Rafa y comencé a leerla de tal forma que me enganchó la acción, releí algún capitulo porque a parte de la acción trepidante se podían entresacar muchas otras cosas que ahora contaré. Dos noches y acabado, eso si ojeras al día siguiente y mucho sueño, pero mereció la pena.

Me ha gustado, me ha gustado mucho, Rafa, esto se merece una segunda novela, ¡ya!

Pero a lo que iba, yo no soy muy leído, así que mi análisis va más que por lo literario, por lo personal. Cualquiera que haya interactuado en las redes sociales con él o le siga en twitter desde hace 4 años como yo, podrá sospechar a través de la historia, que hay varios personajes a los que se puede reconocer, con nombre ficticio, pero que podrían concordar con algunos de los habituales de mi «time line» tuitero. A veces tienes la sensación de estar leyendo una autobiografía, ¿quien es Ramón Camps y quien Rafa Pardo? Tramas sacadas de la vida virtual o real, dudará cualquiera que se haya tomado una cerveza con él.

Lo que queda claro en la novela es que Rafa, digo Ramón, es un tipo atractivo que no deja indiferente a nadie, con un imán notorio para las mujeres, que abundan en el manuscrito y en la secuencia de situaciones del nieto y donde ninguna plantea la más mínima queja. Mujeres que van marcando el entorno del protagonista, sea bisabuelo, abuelo, padre o hijo.

Para mi una gran novela, pero mucho más, ante todo la mejor carta de presentación o tarjeta de visita que he leído, el completo curriculum de un hombre con gancho, interesante, con poso, inteligente, innovador, atractivo, un «single» que está en el mercado.

No le dejéis escapar.

Ya queda menos

yaquedamenos

Un día, hace unas semanas o quizás meses, apareció en mi red social un críptico mensaje “Ya queda menos” más allá de la normal curiosidad o extrañeza no reparé en él, ni en quien lo envió, aunque debió quedar impregnando alguna neurona perdida. Aquella frase quedó en el olvido, ni twitter, ni facebook, ni ninguna otra red volvió a replicar el mensaje, había desaparecido.

Hace unos días volvió a aparecer en mi muro el mismo mensaje “Ya queda menos” esta vez lo fijé dándole a favorito, vi que tan solo era un retuiteo de alguien anónimo, su perfil estaba vacío no tenía ningún seguidor y no seguía a nadie ¿Por qué me llegaba a mi, si no estaba entre mis “followins”? No me dio tiempo a investigar, rápidamente empezaron a llegar mensajes iguales de muchos de mis conocidos, como si de una cadena se tratara, en un pásalo anónimo empezaron a cubrir mi bandeja de entrada.

Miré en facebook y de la misma forma mis amigos daban eufóricos al me gusta y compartían la frasecita.

Como si en V de Vendetta se tratara, el mensaje aparecía en todas las redes, Instagram con el fondo de un precioso gato amarillo, Tumblr y Pinterest con miles de estilos diferentes, hasta Slideshare y Scribb publicaban presentaciones donde repetían una y otra vez el mismo mensaje “Ya queda menos”

Sentí en mi interior una señal de activación de células durmientes, algo me decía que era una clave para despertar, para levantarse de la agonía y lanzarse a algo, tendría que estar prevenido y listo para la acción. Debía ponerme ropa limpia y salir a la calle ¿Se había estado fraguando una revolución y yo estaba despistado?

Miré en Google por si tuviera un significado especial y lo que encontré no parecía tener relación. Entonces ¿Qué estaba por llegar?¿Qué significaba para tanta gente esa frase?¿Por qué tanta gente la repetía?

Podía, si hubiera estado en uno de mis días cenizos, pensar como el gafe; ya queda menos para morirme.

Podía pensar como el optimista; ya queda menos para salir de la crisis.

Podía haber pensado en pasado como otra marca que apuntar a mi lista de logros.

Podía, como el indignado que soy, pensar que estos malos tiempos de absolutismo estaban a punto de concluir.

Podía incluso esperar una fecha deseada, un anhelo pendiente, éxito o fracaso por llegar, cercano o en el horizonte, incluso algo que me obsesionaba y esperaba su consecución.

Podía pensar en un chiste de Jaimito, que después de comerse medio tarro de galletas le decía a su madre: Ya quedan menos.

Mil ideas fluyeron en ese momento por mi mente, rápidas inconexas y olvidadizas, quedé al fin en blanco y me senté con mi teléfono en la mano a mirar el horizonte.

 ¿Cual es para mi ese momento para el que ya queda menos?

¿Hacia dónde voy?

¿Hacia dónde vas tú, que lees este intrascendente artículo?

Los padres sabios

Mucha Gente Hacía tiempo que no volvía a esta mi casa. Últimamente he estado de viaje por el mundo real y tengo abandonadas las redes sociales. He cambiado virtualismo por suelo firme, dejando prácticamente de lado Pediatic, Twitter, Instagram, Scoop.it, Pinterest, Tumblr y otras redes en las me prodigaba, he bajado a la tierra y a mi entorno familiar intentando
buscar, en este frío invierno, el calor cercano que las redes no pueden dar. Es verdad que me mantengo aferrado todavía a la gran red de Facebook, aunque no participo en mi muro con publicación alguna, si que dedico mi tiempo al grupo que comencé hace ya casi 3 años

 El médico de mi hij@ 

Cuando finaliza el año a todo el mundo le da por hacer resúmenes de lo acontecido durante esos 365 días que hemos dado en agrupar bajo el epígrafe de «2013» . Por ir en
contra de todos e intentar ser singular me dije que no haría resumen, pero la tentación es muy fuerte y yo muy vago, así que le pedí a los participantes del grupo que hicieran ellos el resumen y les lancé una sencilla encuesta que durante los días 30 y 31 de
diciembre tuvieron la amabilidad de contestar. Estas son las reflexiones a raíz de los resultados:

A día de hoy en el grupo hay 12,500 miembros con una alta participación, con un crecimiento medio de 200 nuevos cada semana, el hilo récord de este mes es uno con 1400 me gusta y 200 comentarios, aunque si lo dejáramos, alguna aportación sumaría muchas más aportaciones, a veces repetitivas.

Contestaron 169 participantes que está muy bien para ser días especiales y como era de esperar el 97% fueron mujeres y solo el 3% declararon ser varones, esto es una constante la masiva participación de madres en todo lo relativo a crianza y cuidados, pero si tenemos en cuenta el total un 3 por ciento son casi 375 hombres que es todo un logro.

Una cuarta parte de las contestaciones las hicieron integrantes que llevan más de un año con nosotros y el 11% con menos de tres meses de estancia, siendo el grupo más numeroso y participativo las que llevan entre 6 meses y un año.

A la pregunta ¿Desde dónde participas? Debo reconocer que la respuesta es muy significativa de lo que es este grupo «globalidad». Desde las cuatro esquinas de la península, de Hospitalet de Llobregat a Coria, de Ferrol a Cádiz pasando por las islas Baleares y Canarias y otros puntos del globo como Doha en Katar, Dubai, Seul, Zurich,
Dublin, Buenos Aires, las Vegas, Lima o Alcorcon. En total y extrapolando los visitantes de este blog 126 países del mundo. Impresionante para un tipo poco viajado como yo.

A la pregunta ¿Qué es lo que más te gusta del grupo?
Podría decir que la respuesta es unánime y me sonroja porque se valora y mucho la dedicación de los profesiones, su accesibilidad y sus respuestas rápidas y cercanas. Se destaca por una gran mayoría la posibilidad de aprendizaje que supone el grupo y la creación de inteligencia colectiva, no solo por parte de profesionales sino padres entrenados y expertos que aportan mensajes de salud claros y concisos. Claridad y fiabilidad en las respuestas contrastables basadas en artículos, guías o consensos pediátricos. Tranquilidad aportada, desmitificación y desmedicalización de la infancia, se
agradece repetidamente, al disminuir el alarmismo y las visitas innecesarias  a urgencias

Preguntados por ¿qué es lo que menos te gusta? destacan dos tipos de respuesta que vienen derivadas del propio tamaño del grupo, doce mil personas inscritas suponiendo que solo un 10% sea activa suponen más de mil personas aportando su opinión en ocasiones todos a la vez, cada uno con su criterio y su educación que a veces choca, polémicas estériles que no aportan nada y hacen mucho ruido y algunos que quieren imponer sus extremismos y posturas radicales sin dialogar. Esto genera como decía muchos comentarios criticando a los «que no saben estar» y otros de tristeza por los que nos abandonaron hartos de recibir desprecios inmerecidos e irrespetuosos. Especialmente dolorosa y recordada en las respuestas la perdida por abandono de Pepe Santana, muy añorado.

En cuanto a las anécdotas vividas se destacan siempre los momentos de humor, desdramatizar la enfermedad parece siempre ser un buen método de curación o por lo menos de alivio.

Moraleja:

Antes de escribir para preguntar o para dar una opinión particular, revisa si ya se ha dicho antes, seguro que tu caso es muy interesante, pero puede ya estar resuelto. Tendríamos que conseguir reducir los comentarios repetidos para que otros tuvieran su espacio. Es mejor leer y aprender que citar anécdotas que no aportan nada nuevo. Tenemos que conseguir que no se convierta en un chat de cotilleo, sino en lo que es, un espacio para aprender y formar padres sabios.

Reflexiones de un bloguero cansado

cansado

Últimamente intento alejarme de la Blogosfera Sanitaria por voluntad propia, es tiempo de reflexión y búsqueda de nuevos horizontes, aquí «está todo el pescao vendido».

Nos hemos convertido en un gran ombligo que gira en torno a sí mismo y cuando asistimos a un evento nos vemos los mismos de siempre, un reducido número de genios y gurús que se afanan en competir por el reino de los cielos, alcanzar el rango no ya de gurú, sino de dios de la blogesfera. Quede claro que para mi y para muchos, solo hay un dios blogesférico con el don de la ubicuidad. A pesar de tanto dios menor y tanto apóstol no conseguimos atraer al mensaje a las administraciones o a los poderes que podrían y deberían magnificar y llevar a cabo la palabra, los hechos y las ideas que nos afanamos en proclamar.

El barco gira en círculos alrededor de su propio Olimpo, sin encontrar un puerto destino, mientras grumetes y capitanes discuten fatigosamente sobre lo que harán cuando arriben a Ítaca. Todavía seguimos engañados por el Kaváfis de nuestra adolescencia y seguimos pensando que lo importante es el camino. Perdidos en el camino damos por bueno cualquier camino. Nos puede ocurrir que todo un camino de meditación nos haga darnos cuenta tarde, que tuvimos siempre a mano el cielo y lo perdimos.

Hemos perdido el horizonte buscando herramientas, cuando tenemos el saco lleno de ellas, solo hay que usarlas.  Herramientas ya tenemos, llevemos lo que tengamos y usemos lo poco que hemos descubierto. Lancémonos a evangelizar, transmitamos la palabra blogosférica y pongamos ya en práctica lo aprendido, demostremos que la teoría se puede llevar a la práctica.

Hace unas semanas decidí apearme del barco en mi lancha de remos, para intentar emprender un nuevo camino con un destino claro, disfrutando de los mares, amaneceres y atardeceres entre olas y silencio, mirando el interior de la barcaza descubrir rincones que no recordaba, tanto tiempo en el trayecto anterior. Mientras remo, he observado que había otros remeros junto a mi que ya había olvidado, sincronizados conmigo avanzamos deprisa y pensaba que estaba haciendo yo solo el esfuerzo, me bastó mirar a mi lado para ver que había alguien que no solo estaba al timón sino que arrostraba la mayor parte del esfuerzo sin yo reparar en ello.

Se que en esta nueva travesía no voy a estar solo, mucho más tranquila y pausada porque así lo queremos, pero no exenta de ideas y proyectos.

El grupo de facebook el médico de mi hij@ es para mi y para mis compañeros nuestra práctica de redes sociales, demostrar que las redes sirven para transmitir mensajes de salud, educación y crianza con calidad y en cantidad. El que hasta ahora lleguemos a 10,500 personas de más de 50 países supone un activo muy importante que tenemos que mantener y mimar. Ya tenemos la herramienta, buena o mala, no voy a entrar en ello, pero es la que hay, utilicémosla, generemos conocimiento e inteligencia colectiva, sigamos por un camino que puede dar frutos ya, sin tener que esperar a la herramienta perfecta.

Me puedes encontrar ya en mi destino y bien acompañado, grupo el médico de mi hijo y ahora también en twitter @medicodemihijo

Rafa Pardo ha escrito una novela #manuscritoabuelo

rafa

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Mi amigo Rafa Pardo ha escrito una novela, reconozco que estoy emocionado, conozco amigos virtuales de estos de la redes sociales que han publicado libros y con gran éxito, como  Ana la doctora Jomeini o Fátima La mamá en Alemania, pero en persona a ningún escritor y si encima es amiguete, pues entonces reconocerme que la emoción es mayor.

Además lo que tiene de bueno es que no es de pediatría, ni siquiera de medicina, que es lo único que leo últimamente, es sobre lo que pasó a su abuelo y unos papeles que se encontró de él, bueno él no, según dice, a un amigo de un amigo que una vez tuvo un problema que yo que sé y que se llama Ramón Camps, no se yo si no tiene algo de autobiografía, novela de violencia, muerte, sexo e intriga envuelta en la Barcelona del siglo pasado.

Aquí os dejo una sinopsis para ir abriendo boca, se titula:

El manuscrito de mi abuelo

Pues resulta que su padre desaparece en extrañas circunstancias y él, afamado informático y experto en esto de las redes sociales, inicia con la lectura del manuscrito un periplo que le llevará a cambiar su vida y sus relaciones (esto no hay pareja que lo aguante en la vida real) así que sus relaciones con las mujeres de su entorno van modelando un relato que te atrapa desde el primer momento.

Rafa me mandó un archivo que empecé a leer pensando que quería mi opinión inexperta y me enganché a la historia y cuando me doy cuenta solo me había mandado 40 páginas,

Extracto de la novela

el resto me lo he tenido que comprar aquí en Amazon para mi lector de ebook ya que no podía esperar al día 4 de noviembre para verlo en papel. Me lo compraré también en libro para guardarlo, esto es por las prisas y porque es barato. Me gusta el libro de papel.

Felicidades Rafa Pardo me ha encantado, ya tengo un amigo escritor de éxito. Un premio literario bien pronto, seguro.

Puedes seguir los comentarios y críticas a la obra en twitter con el hashtag #manuscritoabuelo

Niños, máquinas, Visa, CIA, KGB…

Bebé-Ipad

Todavía me admira ver cómo los peques de dos años trabajan con la pizarra digital en la escuela infantil de Marisa Moya. Cogen el puntero con firmeza y se acercan al encerado (qué antiguo soy), a la pantalla electrónica y señalando e identificando el dibujo de su cara lo arrastran y lo colocan sobre un cuerpo, después si llueve le añadirán un chubasquero y si hace sol lo pondrán bien alto para que ilumine su dibujo comunitario. Dos años y manejan una tableta con soltura; de momento no son capaces de arreglar el ordenador de su padre cuando se le cuelga o de hackear la web del FBI, pero todo se andará, solo tienen dos años.

Son capaces de hacerlo, doy fe y vosotros también habréis visto a algún canijo pasando el dedo por encima de las fotos de la revista y frustrarse porque no avanzan como en el smartphone. Muchos de vosotros, cuando lloran, para entretenerlos y que se callen les dejáis el móvil, hasta que un día se aprenden lo de la compra online y os dejan tiesos.

Las tecnologías están con nosotros igual que el bote de caramelos en la cocina. Si lo escondemos conseguiremos crear una curiosidad por lo prohibido que probablemente sea peor que las probables y temidas caries, solucionables con un buen cepillado dental. La curiosidad de un niño es su gran baza y hay que explorarla y explotarla. No vale limitar lo que su generación va a vivir porque conseguiremos un desplazado. En la era de los nativos digitales educar en la línea del miedo y la prevención a los cacharros generará un analfabeto digital, un anormal en su entorno, el que sea pero el suyo, en definitiva: un collejas. (Dícese del raro de clase que se lleva todos los cogotazos)

A principios del siglo XX cuando empezaron a desarrollarse los coches de gasolina, grandes expertos -como entonces no había tertulianos debían ser expertos a secas-, dictaminaron que el hombre no soportaría ir en un vehículo a más de 60 km por hora, el cerebro comenzaría a entrar en sopor y se producirían múltiples hemorragias internas. Es evidente que se equivocaron más que los economistas en predecir la crisis y vieron posteriormente cómo se alcanzaba límite tras límite. Hoy día podemos asistir a que los agoreros y ciberprecavidos pronostiquen una debacle en una generación que vivirá enganchada a las maquinitas.

Hablando el otro día de este tema en un evento como el Social Good Summit Madrid y hablando de tecnología y redes sociales punteras, Apps y salud, comentábamos durante el networking (¡cómo me gusta esta palabra! Antes nos íbamos a tomar unas cañas, ahora vamos de networking), decía que comentaba con varios ponentes más jóvenes que yo, alrededor de los 30, lo interesante del nuevo juego de la PS3 o el tiempo que dedicaban a matar empecinados zombies interesados en morderte la cabeza, o también en jugar horas a campeonatos de fútbol para descansar mientras preparaban el start up de su empresa, o antes de dar el salto del pilotaje a la realidad.

No son nuevas tecnologías: ya llevan unos años con nosotros aunque no nos queramos enterar. De todo se les culpa a los adolescentes, que parecen ser los responsables de cómo va el mundo. Tened en cuenta que los padres de los nativos digitales que hablábamos han matado más monstruos en múltiples batallas estelares que uvas se recogen en una mañana de vendimia. (Permítaseme el ejemplo agrario.) Ya están aquí: el uso de los gatgets tecnológicos nos acompañan desde hace varios años y todavía no sabemos muy bien cómo enfrentarnos al uso que de ellos hacen nuestros hijos.

Bien, pues no nos enfrentemos.

Sepamos sacar todo lo bueno que tiene la tecnología de la información y formemos a nuestros peques en el mundo que les ha tocado vivir. Al igual que si a nuestro hijo le apuntásemos a karate y se pasara 7 horas seguidas dando patadas a todo lo que pilla nos parecería raro, igual habrá que limitar las obsesiones y deberes de nuestros herederos, con naturalidad.

Un joven estudiante de cualquier edad debe dormir un número de horas, a lo mejor no tantas como nos gustaría a los padres, pero sí un mínimo. Si ese mínimo no se cumple llegará dormido a clase con muy bajo rendimiento y luego no me digáis que tiene falta de atención: el caso es que tiene toda su atención ya consumida, igual que las vidas del juego. Si queremos que estudie y pueda rendir, debe guardar un número de horas de sueño dependiendo de la edad y además debe recargar sus vidas de energía a tope en el desayuno potente para poder ir por los siguientes niveles de su vida y afrontar la partida diaria con garantías de éxito. Como si Niko Bellic saliera a las calles de Liberty City sin armas, que duraría menos que un escupitajo en una plancha, igual el cerebro de un adolescente se secará en la primera hora de la mañana cuando se acabe la energía.

Pizarras digitales, mochila digital, portátiles, tabletas y smartphones más las consolas al viejo estilo de videojuegos son ya un estándar en la vida de nuestros hijos. La pregunta no es a qué edad comprarle un móvil, o a qué edad permitirle que cree un perfil de redes sociales o a qué edad puede empezar a toquetear el PC de papá. No tiene respuesta, cualquier solución puede ser demasiado pronto o demasiado tarde, todo depende de cómo acompañemos a nuestros hijos en el aprendizaje. Puedes crearle una cuenta en Tuenti a los 11 años pero la cuestión es ¿para qué lo utilizará? ¿para tontear con los amigos? Bien, pero si contacta con la KGB podría crearnos algún problema; deberemos tutorizar y acompañar en sus investigaciones cibernéticas, no abandonar a su suerte a un menor en sus exploraciones. Os recomiendo la web de mi amigo Rafa Pardo, un informático padre de dos preadolescentes femeninas preocupado por el tema y maestro en estas lides a partir de un taller de protección infantil que dió el año pasado y que va surtiendo de contenidos continuamente.

Es todo un equilibrio: tutorizar, estar con ellos en el aprendizaje, educar e informar de lo que se puede encontrar y por otro lado vigilar y estar atento a desviaciones sin irrumpir en su intimidad de adolescente tan necesaria y preciada por ellos. Confianza en los adolescentes: no son delincuentes, tan solo tienen una curiosidad desmesurada y gracias a ella serán grandes en el futuro inmediato.

Por cierto, mientras estabas entretenido leyendo este artículo tu hijo se ha metido en tu página guarra favorita y se te había olvidado quitar la clave de la visa, que no pase na.

Enseñad con el ejemplo.

El título se debe a un tuit del amigo Javier Macías que me gustó y se lo he robado. Publicado originalmente en el Huffington Post con el título ¡Niño, deja ya la maquinita!

Mi grupo favorito

chiste pobres facebook

Hace ya dos años que se creó el grupo de Facebook del mismo nombre que este blog, El médico de mi hij@. Lo que al principio fue una ocurrencia para explorar que era eso de las redes sociales y ver que margen tenía dentro de lo que se buscaba, que era divulgar mensajes de salud, se ha transformado en un supergrupo de 8.640 miembros a día de hoy y subiendo en un orden de 130 nuevos cada semana y con un alcance de más de 61 paises.

Hemos pasado por muchas etapas, unos dirán que cualquier pasado fue mejor, otros que no, se ha dinamizado en torno al grupo y se han creado otros varios en relación a este para poder tratar de una forma diferente los temas, es como si a la gran plaza de discusión le hubieran salido otros locales más reducidos pero más especializados. Grupos de amigas que prefieren profundizar más en este u otro tema, grupos con un aire diferente que permita hablar en cerrado, en fin muchas otras posibilidades de una gran comunidad que debate sobre pediatría, salud y educación, al fin y al cabo sobre infancia.

No voy a hablar de sus características que muchos ya conocéis, muchos pediatras, enfermeras, maestros, psicólogos, farmacéuticos, fisioterapeutas, asesoras de lactancia, en fin toda una torre de babel alrededor de las mil y una cosas que acontecen a la infancia. Tampoco me volveré a quejar de que la gran mayoría sigan siendo madres y los padres nos veamos relegados a una minoría casi testimonial.

Quería hoy pensar en público sobre la utilidad o no de foros como este, desde un punto de vista de salud pública ¿estamos haciendo algo positivo por la infancia? ¿Se puede considerar una campaña de salud infantil con resultados que se puedan medir y que nos indique que estamos en un buen camino?.

Facebook está claro que no parece la mejor herramienta, quizás sí para llegar al confín del mundo, pero no para medir nada, no tenemos a disposición ninguna manera de poder valorar lo que estamos haciendo, o por lo menos yo no la conozco. Quizás la única forma sería diseñando una encuesta y pasarla a los agrupados para que dieran su opinión, pero no llegaríamos a saber más allá de la satisfacción o no de los pertenecientes y eso estaría sesgado, porque el insatisfecho o el enojado directamente se borra y se va, luego todos los que estamos se nos supone a gusto.

Como estamos a principio de curso me voy a proponer evaluar lo que estamos haciendo, seguir haciendo si, pero también intentar responder a muchas preguntas que me hago a diario.

¿Me ayudas a responder?